El nombre de esta cámara es un homenaje a Roser, una buena amiga y principal artífice de su decoración.

La rosa tiene un latido de cosa viva que forma parte de nuestro propio aliento, y cuando en abril aún no nos llega nos añoramos, y no sabemos por qué (Joana Raspall).

Se la única habitación ubicada en la antigua masía. Las ventanas dan al interior del huerto. Tiene una cama con una cabecera restaurada, procedente de las antiguas puertas del comedor de la masía, dispone también de dos sillones, una mesita antigua, una cómoda, una caja baúl y un armario modernista. El baño incluye un bañera con jacuzzi y un altillo con tarima de madera que hace las delicias de los niños.

Capacidad: Cuatro adultos.